martes, 9 de septiembre de 2008

SOBRE EL POETA


Rasgos biográficos de Elías David Curiel


Nace en Coro, Estado Falcón, el 9 de agosto de 1871. De padres judíos sefarditas que, procedentes de la vecina isla de Curazao, se establecieron en la capital falconiana a finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, desarrollando un incipiente comercio en el casco urbano de la ciudad y contribuyendo con obras de servicio público. Elías David Curiel, fue maestro preceptor de escuela, poeta y periodista. Luego de una vida marcada por la soledad decidió poner fin a sus días el 28 de septiembre de 1924, dejando una significativa obra poética.
Precursor de la modernidad poética en Venezuela
La obra poética de Elías David Curiel, constituye una presencia especialmente particular en la poesía venezolana. Es junto a José Antonio Ramos Sucre, precursor de la modernidad literaria en Venezuela. Elías David Curiel es creador de un universo poético de altísima originalidad, decididamente nuevo y definitivo, en que sentimos, que más allá de las proposiciones o hallazgos formales, estamos situados ante un espacio de revelaciones y ante la experiencia de vida de un auténtico poeta.
El conjunto de su obra fue reunida en tres libros, Poemas en flor, Música astral y Apéndice lírico. Especie de cuadernos escritos en de vario tono y una misma intensidad, que introducen en nuestra lírica de manera sustancial elementos de carácter filosófico, metafísico, de la mitología grecolatina, y de manera fundamental, elementos de la tradición hermético-cabalística de origen hebraico, que se conjugan con la atmósfera fantasmal y alucinante de la ciudad, plena de fulguraciones, emparentada con los ámbitos oscuros de Edgar Allan Poe y Charles Baudelaire, con los espacios abisales de Lautreámont y las iluminaciones videnciales de Rimbaud, que le permiten anteceder y fundar magistralmente lo que podríamos llamar una corriente sólida de nuestra tradición poética moderna, representada en las obras de José Antonio Ramos Sucre, Fernando Paz Castillo, Vicente Gerbasi, Luis Fernando Álvarez, Juan Sánchez Peláez, Rafael José Álvarez o Francisco Pérez Perdomo.
La obra trascendental de este poeta de origen sefardí es según Ennio Jiménez Emán, “dueña de un temple oracular pocas veces alcanzado en nuestras letras”. Hasta hace unos pocos años esta obra no es que fuese desconocida, como han querido afirmar equivocadamente algunos, sino un caso de olvido, de esos que abundan en nuestras letras. Lo cierto es que poemas suyos aparecen en el Cojo Ilustrado (Nº 236) en 1901, luego, en 1904 (Nº 293), un escrito en prosa de su propio puño; y posteriormente en 1906 (Nº 347) se le dedica una página completa y desde ese momento pasa a ocupar la condición de colaborador del que fuera uno de los más importantes medios impresos de la época. En verdad, desconocimiento ninguno, olvido en todo caso, pues es sabido que Fernando Paz Castillo, Miguel Otero Silva, Pascual Venegas Filardo, Luis Beltrán Guerrero, Juan Ángel Mogollón, Agustín García y otros importantes escritores venezolanos, reconocieron en su momento la originalidad creadora de Curiel.
Es noticia escrita también, que en 1941 Miguel Otero Silva reclama a Otto De Sola y a Mariano Picón Salas haber omitido a Curiel en la Antología de la Moderna Poesía Venezolana. Desde entonces, y luego, en ese viaje secreto y restringido, plagado de olvidos, en el que acude a sus lectores, desde la accidentada primera edición de su Poesía Completa por Luís Arturo Domínguez en 1961, no se tuvo noticia impresa de Curiel, salvo por apariciones de comentarios y semblanzas en revistas de poca circulación, hasta 1971 cuando por orden del entonces gobernador de Falcón, Ramón Antonio Medina, se hizo una nueva edición (la edición azul), que incorpora a los tres cuadernos iniciales, un mea culpa y una suerte de poética escrita en prosa. La edición tuvo el favor de Ernesto Silva Tellería, Virgilio Medina, Olga de Curiel y Martiniano Bracho Sierra. Estas dos publicaciones y, por ese mismo tiempo Vida y obra de Elías David Curiel (s.i.ni a.), editado por el Ateneo de Coro y en el que Virgilio Medina reunió artículos y ensayos, junto a fragmentos y anecdotarios firmados por quienes se habían ocupado de estudiarlo hasta ese momento, contribuyeron a despertar un nuevo interés. Hasta el año 2003 que bajo los auspicios del Ateneo de Coro nuevamente y el de otras instituciones culturales del país se editó Ebriedad de Nube, edición corregida y definitiva de sus poesías, esta vez incorporando algunos poemas inéditos. De este mismo libro, extraemos de su solapa la reveladora afirmación de Fernando Paz Castillo sobre el poeta: “…los versos de Elías David Curiel tienen el romanticismo de Musset, inquieto y sensual, y las profundidades, en veces impertinentes de Baudelaire. Y sobre todo una marcada influencia de la Biblia con su grandeza, desolación y erotismo”.


Importantes valoraciones de la obra de Elías David Curiel

"Muchos de los que fueron sus discípulos presentan a Elías David Curiel como un dipsómano sentado a la puerta de su casa, una solariega casona del Coro colonial de siglos atrás, abstraído, con la mirada errante, perdida en un extraño y lejano mundo, despertando en los transeúntes que le contemplaban con cierta maledicente curiosidad, las más inverosímiles conjeturas. Los retratos físicos que de Elías David Curiel se conservan, nos lo presentan como genuinamente fue: flor y fruto desgajado del remoto y gigantesco árbol de Israel. El rostro ovalado; los ojos abstraídos como aferrados a una visión de pesadilla interna; la nariz enormemente corva, hebraica en todas sus sinuosidades, le imprimía junto a su barba rubia de Nazareno, un aspecto hierático de penitente profeta bíblico… Empero esta familiaridad de este bohemio impenitente, casi siempre mal vestido, que escribía versos ininteligibles y hablaba solo cuando transitaba las desiertas calles de Coro, pocos sospechaban que él representaba entre los poetas contemporáneos de Venezuela, los que tenían por santo y seña al “Cojo Ilustrado”, uno de los de mayor connotación y obra más trascendente, si bien ésta, todavía no conocida, sino muy fragmentariamente…”. (Virgilio Medina, en “Creyón para el retrato de un poeta maldito”, Editorial Arte. Págs. 1 y 2).


“Se ha dicho que con José Antonio Ramos Sucre y Elías David Curiel penetra la modernidad literaria en Venezuela… Cabe sin embargo detectar analogías y diferencias que no involucran necesariamente comparaciones, porque toda comparación es odiosa… Coinciden en reminiscencias dolientes de la infancia que no compartieron con los otros párvulos…Coinciden en cierta prefiguración de la muerte: si bien en la poesía la remiten a la vejez…Coinciden también en el entorno sin transición entre el sueño y la vigilia…La imagen de la casa es también común…Notemos ahora diferencias... Curiel era poeta órfico. Ramos Sucre no lo era... Otra diferencia es la naturaleza del fantasma…En Ramos Sucre parecen elaborados en una magia prodigiosa. O extraídos de la historia del mundo en tiempos primordiales… Coinciden en la idea de la muerte y sus implicaciones en la moral como redenciones… La diferencia en Curiel radica en que detecta al fantasma y complementa el aderezo. Es el típico fenómeno suprasensible que oye y ve en el curso de toda una vida…Los circunscribe a la esfera familiar, los asocia al santuario y al conjuro. Son atávicos. Les imprime contenido. Al principio les teme, más tarde los sublima; como si los sometiera al exorcismo… Por la sublimación alcanzan la imagen angélica de niños a veces finados: siempre sonrientes invitado a la ronda: la figura esplendente de las hermanas y las sombras augustas del padre y de la madre...En Ramos Sucre como en Curiel encontramos declamaciones del paisaje… La mística esta en ambos en la postulación moral y en cierta disposición ascética, en el lenguaje sin disolución, en las visiones... Menos frecuente es su analogía en la tradición oculta. En Ramos Sucre se muestra esporádica y un tanto exterior… Curiel no necesita nombrarla porque deviene implícita y le corresponde por derecho propio, recordemos el Zohar cabalístico, nueva Biblia de los sefarditas, de aliento místico… Mostrabànse ambos muy versados en la mitología. La insinuaban dejando al lector su sentido explícito, como debe ser… Adviértase que la expresión de Curiel que se aproxima a la teosofía forma parte de sus búsquedas, abiertas hacia las manifestaciones del espíritu. Su compromiso atávico con el judaísmo no le impedía la aproximación al cristianismo; ni reducía su exaltación estética del helenismo, su abigarrada cultura, el mundo maravilloso de su poesía … (Juvenal López Ruiz, en La Voz del Silencio,.páginas 21 al 28, y 34).


“El contexto del modernismo y su tiempo no se puede ignorar en la formación cultural de Curiel. Quizás guardando un parecido a Herrera Reissig, habría que relacionarlo también, con el mexicano López Velarde en la vertiente de lo oculto, que según afirma Octavio Paz en “Cuadrivio”, incluso penetra en América con el modernismo. Así, ambos vendrían de Hugo, sin omitir la gran dosis de misterio que hay en toda poesía y que somete al conocimiento la aproximación, incluso a la imagen de los ideogramas y a lo que el teólogo alemán Rudolph Otto ha llamado numinoso, para referir a lo indescriptible, asemejándose a lo irracional en la idea de Dios”. (Juvenal López Ruiz, en La Voz del Silencio, páginas 195-196).


“Dueño de un temple oracular pocas veces alcanzado en nuestras letras, la encendida palabra que él mismo lleva consigo le hace alcanzar una trascendencia inusitada a su autor, como espíritu avanzado en su tiempo en lo que se refería a la creación poética, y en cuanto a sus dotes videnciales, solo comparables a espíritus como Rimbaud, Poe o Baudelaire, y en nuestro país a un José Antonio Ramos Sucre…Creemos personalmente que Curiel es lo que el crítico norteamericano Harold Bloom en su libro La angustia de las influencias llama un “poeta fuerte”, un creador original que asimila toda una tradición de influencia pasadas y presentes dando como resultado un producto nuevo y definitivo, y que quizás sea también el fundador de una tradición oracular secreta – diferente a la generada por José Antonio Ramos Sucre – en la que podrían inscribirse nombres como los de Paz Castillo, Luis Fernando Álvarez , Vicente Gerbasi, Juan Sánchez Peláez o Francisco Pérez Perdomo (Ennio Jiménez Emán, en Las Voces Ocultas, páginas 11y 12).


“Elías David Curiel no es sólo un escritor religioso y contradictorio en la búsqueda y las dudas de la fe, sino también un poeta metafísico de densa inquisición ontológica; sólo que su ontología no es filosofía pura expresada en un poema, sino un entramado de múltiples aristas desde el que se indaga la poesía, el mundo, la existencia, pero también desde esas diferentes vertientes se pueden vislumbrar y analizar cada una de esas perspectivas, cada una desde las otras, o las unas en relación con las otras. Me atrevo a afirmar que nunca en la poesía venezolana de 1870 hasta 1920, se había alcanzado un tan alto nivel de captación de lo poético desde esa complejidad y densidad simbólicas, desde ese juego de múltiples códigos, que se entremiran y entrehablan, como se aborda en los textos del poeta falconiano. Elías David Curiel es un rara avis en el panorama de la poesía modernista y posmodernista latinoamericanas. Insisto: el desconocimiento por parte de la crítica de este gran poeta que lo es también de la transición de la poesía de América Latina desconcierta y es digna de lamentar (Enrique Arenas, en El Discurso del Insomnio, estudio crítico del libro Ebriedad de nube. página 37)

Sobre el evento


Evento cultural que reúne cada dos años en Coro (Falcón, Venezuela), ciudad reconocida por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, a un grupo de invitados, entre los que se encuentran poetas y escritores, nacionales e internacionales, con el objetivo de intercambiar experiencias acerca de la creación literaria. El objetivo principal del evento es promocionar la obra poética de Elías David Curiel, poeta coriano de origen judío sefardí, precursor de la modernidad literaria en Venezuela, como un acto de rescate, merecido por la magnitud de contenidos presentes en su obra, relacionados con el ser y el sentir de una identidad. De igual manera, el evento hace posible el conocimiento y difusión de los escritores falconianos contemporáneos en un ámbito universal. Las cinco versiones realizadas hasta ahora, a partir de 1997, han confirmado a este evento como uno de los encuentros literarios más importantes del país.

El programa general del evento está conformado por lecturas y recitales de poesía en sitios cerrados y abiertos, conferencias, mesas de discusión crítica, visitas a las comunidades, proyección de videos y exposiciones de arte.

El evento es realizado por el Instituto de Cultura del Estado Falcón, a través de la Fundación Casa de la Poesía “Rafael José Álvarez, conjuntamente con otras instituciones culturales públicas y privadas, bajo el auspicio del Ministerio del poder popular para la Cultura.

jueves, 31 de julio de 2008

VI Bienal Internacional de Literatura Elías David Curiel

Coro, ciudad Patrimonio de la Humanidad, reconocida por la UNESCO desde 1993, debido al valor de su arquitectura de barro, escenario de hechos claves de la formación histórica del país, solariega comarca enclavada frente al mar Caribe, venteada permanentemente por una generosa brisa que le prodigan los alisios , se apresta a recibir a importantes poetas, escritores y críticos invitados a participar en la VI Bienal Internacional de Literatura Elías David Curiel, que se llevará acabo entre el 25 y 27 de septiembre.

Su permanencia en el tiempo y la cantidad de prestigiosos hombres de letras que han estado presentes desde 1997, califica a este evento como uno de los más prestigiosos. La Bienal fue creada con el objetivo de rescatar del olvido la obra del poeta coriano sefardí Elías David Curiel, uno de los precursores de la modernidad literaria en Venezuela, junto a Salustio González Rincón y José Antonio Ramos Sucre, y difundir su legado poético en un ámbito de mayor reconocimiento. Debido al interés que ha despertado la realización de este evento, en los últimos tiempos, su obra ha merecido valiosos comentarios críticos, entre las que destacan las opiniones de Jesús Sanoja Hernández, Enrique Arenas y Ennio Jiménez Emán, este último califica a Elías David Curiel como “una presencia especialmente particular en la poesía venezolana, creador de un universo poético de altísima originalidad, decididamente nuevo y definitivo para la época, y que más allá de las provisiones o hallazgos formales estamos situados ante un espacio de revelaciones y ante una experiencia de liberación única. El halo misterioso de su poesía, el enigma de su vida, convoca a una suerte de peregrinaje cada dos años a reconocidos y jóvenes escritores que durante tres días en diferentes sitios públicos de la ciudad y el estado, liban una bebida ancestral denominada cocuy, leen, recitan, comentan, comparten y celebran el eco trasformador de la palabra. La VI Bienal rendirá en esta versión un merecido homenaje al poeta Paúl González Palencia, en cuyo universo poético se haya la huella visionaria de Elías David Curiel, así como también rasgos que vinculan su propuesta con los destellos surrealistas de Juan Sánchez Peláez y los arrestos vanguardistas de los años 60.

El encuentro literario tendrá como invitados internacionales a los poetas: Floriano Martins (Brasil), Amparo Inés Osorio (Colombia), Leopoldo Castilla (Argentina) y Reynaldo García Blanco (Cuba). Como siempre, estarán presentes reconocidos escritores, poetas y ensayistas venezolanos, quienes participarán en un amplio programa que incluye recitales y lecturas, conferencias, proyección de videos, talleres de lectura, mesas de discusión crítica y presentación de libros. Una de las actividades de mayor relevancia es la celebración de los 40 años de Monte Ávila Editores Latinoamericana, quien estará presente con una exposición de libros de su catálogo. Se confirma igualmente la presencia de importantes escritores y poetas venezolanos entre los que destacan Ramón Palomares, Juan Calzadilla, Gustavo Pereira, Luis Alberto Crespo, Carlos Noguera, William Osuna, Gabriel Jiménez Emán, Enrique Hernández D’Jesús, Miguel Márquez, Antonio Trujillo, Leonardo Ruiz, entre otros. El evento es organizado por el Instituto de Cultura del Estado Falcón y la Fundación Casa de la Poesía Rafael José Álvarez, respaldado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Casa Nacional de las Letras, del Centro Nacional del Libro, de Monte Ávila Editores Latinoamericana, de la Fundación Editorial El Perro y La Rana, y de la Fundación Librerías del Sur, cuenta también con el patrocinio de diversas instituciones universitarias públicas y privadas.

miércoles, 30 de julio de 2008

POETAS INTERNACIONALES

Floriano Martins (Brasil)

Brasil, 1957. Poeta, ensayista, traductor y editor. Se ha dedicado al estudio de la literatura hispanoamericana, sobre todo en lo que respecta a la poesía. Es autor de los libros Escritura Conquistada. Diálogos con poetas latinoamericanos (1998) y El inicio de la búsqueda. (El surrealismo en la poesía de América Latina (2001). En 1998 se publican sus traducciones Poemas de amor, de Federico García Lorca y Delito por bailar chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante, seguidas de Dos poetas cubanos, de Jorge Rodríguez Padrón (1999), Tres entradas para Puerto Rico, de José Luis Vega (2000), La Novena Generación, de Alfonso Peña (2000), Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (2004), y La Condición Urbana, de Juan Calzadilla (2005). Ha organizado antologías de la obra de autores portugueses como Cruzeiro Seixas, Anna Hatherly, Isabel Meyreles, Armando Silva Carvalho, João Barrento y Nicolau Saião. Entre sus libros de poesía destacan Alma en llamas (Brasil, 1998), Cenizas del sol (Costa Rica, 2001), y Tres estudios para un amor loco (México, 2006). En la actualidad dirige, junto a Claudio Willer, la revista electrónica Agulha (www.revista.agulha.nom.br) y es coordinador del proyecto Banda Hispánica, del Jornal de Poesia. Actualmente es el curador de la VIII Bienal Internacional del Libro de Ceará (Brasil). En colaboración con María Estela Guedes, dirige el dossier surrealista Poesía y Libertad, en la revista electrónica TriploV (Portugal).

Si la noche cayera

¿No te renuevas?
Un sentido sibilino evocado,
la obsesión por el misterio que recorre la noche en
harapos, ausente de sí o al menos tomada por lo que
no comprende,
es así que nos damos las manos,
la voz de Paula Cole en el concierto de Peter Gabriel,

en tus ojos, en tus ojos, me recuerdas que Nerval decía a
George Bell que se nutría de su propia esencia y no se renovaba.
Somos subversivos patéticos o lánguidos apasionados,
dopados por las comodidades del registro civil,
sudores enojosos, un devaneo cartesiano,
nada que nos eleve al supremo nivel de metáfora alguna.
¿A qué temes en tu paseo nocturno?
¿El drama de la noche será tan compacto voraz penetrante como la idea de que cruzas despierta delante de todos?

*****************

Amparo Inés Osorio (Colombia)

Poeta, narradora y ensayista colombiana. Editora general de la revista Común Presencia y codirectora de la Colección Internacional de Literatura Los Conjurados. Ha publicado los libros: Huracanes de sueños (1983), Gota ebria (1987). Territorio de máscaras (1990), Migración de la ceniza (1998), Antología esencial (2001) y Memoria absuelta (2004). Varios de sus escritos y poemas han sido traducidos a diversos idiomas como el sueco, rumano, húngaro, italiano y francés.

Inventario

Nada fue tuyo.
Sólo imaginaste una casa y la luna.
El fuego vacilante de la llama.
La mensajera noche
alta en la soledad de tus estrellas.

La sombra perfecta y fiel dictando
el paso de las constelaciones.
La música del agua...
Ahora lo sabes.
Palidecen las manos.
Miras el tiempo de tu cuerpo,
el tiempo de los ríos,
el tiempo de las ruinas.

Basta que quisieras dormir
sin pronunciar la última palabra.
Que sólo desearas
ya no mirar y desatar los brazos.

Sólo eso bastaría...
Pero no sabes cómo.


*****************

Leopoldo Castilla (Argentina)

Argentina 1946. Ha publicado, los libros de poesía El espejo de fuego (1968), La lámpara en la lluvia (1971), Generación terrestre (1974), Versión de la materia (1982), Campo de prueba (1985), Teorema natural (1991), Baniano (1995), Nunca (2001), Libro de Egipto (2002), Línea de fuga (2004), Bambú (2004) y El Amanecido (2005). Ha recibido premios nacionales e internacionales y su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués, sueco y ruso. De su cuento “La redada” se filmó el largometraje homónimo, dirigido por Rolando Pardo.

Poeta, trotamundos, cuenta cuentos, titiritero de oficio y convicción.

Su inquieta personalidad le ha llevado a recorrer múltiples ciudades europeas, latinoamericanas e incluso hasta Asia y a verter en luminosos versos sus impresiones vitales. Alma universal afincada en sus raíces latinas, los versos de Castilla están inspirados en las historias familiares, porque ha mantenido su visión, al modo de las grandes armonías, con esas figuras emplumadas de amor y de fantasmas melódicos, en una comprensión profunda de sobreviviente.

Sobre la perfección

La paloma perfecta
desciende a la basura
sobre las tablas rotas el agua muerta
los plásticos torcidos

cuando toque tierra
tendrá la armonía de la basura

también estos residuos,
al llegar, tenían la belleza
del que todavía es amado

el diseño del mundo puede ser la circulación
de estos inactivos objetos
su inmortalidad –lo neutro-
eres tú y yo y el oxígeno solo
y el río que supone aparte
y cada muerto

la armonía no resiste
a una paloma sola.

*****************

Reynaldo García Blanco (Cuba)

Venegas, Cuba, 1962. Es promotor cultural en Cuba. Escribe para los programas de radio “Andar la librería” y “La biblioteca del aire”. Ganador de los premios José María Heredia, América Bobia, Pinos nuevos, Ciudad Santiago de Cuba, Calendario y La Gaceta de Cuba. Actualmente coordina el Centro de Promoción Literaria “José Soler Puig” en Santiago de Cuba. Ha publicado los poemarios: Larguísimo elogio (1990), Advertencias (in) fieles para escuchar el pájaro de fuego de Stravinski (1992), Abaixar las velas (1994), Perros blancos de la aurora (1994), Reveso de foto & Dossier (2000), País de hojaldre (2004) y Campos de belleza armada (2006).

Dando continuidad a la larga y rica tradición poética cubana, Reynaldo García Blanco enfrenta el hecho poético de un modo muy personal y donde desde sus ángulos y perspectivas, hace su contribución al enriquecimiento lírico en cuanto a la palabra destilada, hacia su más fina querencia en el compás de posibilidades abiertas ante el universo de la hoja en blanco. En Campos de belleza armada, retoma el diálogo entre la realidad y el recuerdo anunciado en País de hojaldre, “como forma de testimoniar el paso del hombre por la vida”. De esta manera aparecen llamados los grandes poetas – Roque Dalton, Nicanor Parra, Saint-John Perse, Lorca. De igual modo las musas, compañeros, hermanos de camino quizá donde surge ese siempre sugestivo intercambio con el poeta y con la eternidad.


Mi padre bebe té con bergamota y no sabe...

Mi padre bebe té con bergamota
y no sabe que febrero será el mes más cruel

Lo miro detenerse en esos círculos de sangre
en esa música de la orina
en la rauda caída de las estatuas.

Mi padre bebe té con bergamota
y hace mutis por el ácido
por las esferas azules que acomodo a sus pies

Yo también me asomo a esos abismos
y voy por sábanas limpias
y le digo adiós a las bestias
me acomodo en la heredad
en el azar.

Mi padre bebe té con bergamota
y no sabe que muy pronto el esparto
hará de las suyas encima de los huesos
y yo beberé un coñac a su memoria.

Salgo a caminar la ciudad
y todo es ámbar
todo es niebla
y por mi lado pasa un galán con enterradores
y quiero llorar por esa oscura vecindad.

Mi padre bebe té con bergamota
y palidece
me habla de los sótanos
me pide que le traiga cerezas de Santiago de Cuba
y yo pronuncio como un santo la palabra Adelfa.

POETA HOMENAJEADO


Paúl González Palencia

Coro (1944). Ha publicado: Alegatos al fuego (1981), En el olor confuso de los climas (1983), Hábitos (1986), Casa plena (1989), Testamentarios (1993) y Ácido pan del desierto (1999). Ha escrito para Papel Literario de El Nacional y para revistas literarias nacionales y extranjeras, como Imagen, Actual, Carmín de Buenos Aires, y otras. Ha viajado por varios países de Norte y Sur América y por Europa.


La geografía del desierto encuentra en este poeta la expresión cabal de una fabla encantatoria, comparable sólo a la vastedad muda del cielo sobre la raíz espinal del cactus. En su poética cohabitan el olor confuso de los climas, los hábitos del morador de la sed, su bestiario, su piel de saurio y su sigilo, escritura que urde y urge febril su propia contienda, sus vencimientos y derrotas. El poeta conoce bien los meandros de su expresión, las conjeturas y unturas de su verbo. Al principio despliega su carpa y es el circo de su propio acto, su alegato. Luego convoca al trasiego de hábitos y emblemas de la soledumbre, se hace testamentario de la muerte, concurriendo a los embates del amor, hablando desde la casa plena de su ser. El poeta tiende el puente de su recorrido escritural, transeúnte de alcoholes y guitarras que le trajeron de la noche a este amanecer sin recato que esplende su página, y equipaje, poesía siempre, bien sea en París esperando a una oriental de sexo ínfimo, o en Coro, atendiendo la fugacidad de su viejo soplo, o en Ciudad de México, escrutando los huesos de Malcolm Lowry.
Durante la VI Bienal Internacional de Literatura EDC, Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A, pondrá en circulación su Antología poética.



Memoriales

Para la sed de estos confines

Dios sopló cada punta

de la estrella espinal del cactus.

Hubo dudas, hasta que la noche

de caza y carburo

llenó a los hombres

de dolor y materia

y la piel se les volvió roja

como un punto volcánico.

Quiso el cactus alterar

los planes del hombre

y se petrificó apuntando hacia

los cuerpos celestes de Dios.

Opuesto Dios a toda desazón,

en el patio de troquelar

el alma de los ángeles,

logró que el hombre sucumbiera

por primera vez frente a los memoriales.

domingo, 9 de marzo de 2008

Reseña histórica del evento

A partir del I Simposio de Literatura Falconiana, realizado en 1981, esfuerzo de promoción del escritor y docente, Enrique Arenas, al amparo del Instituto de Cultura del Estado Falcón, la Universidad del Zulia, la Universidad Francisco de Miranda, y el discreto mecenazgo de la comunidad judía de Coro, en la persona de Hermán Henríquez, y el decidido interés manifiesto de Olga Elena de Curiel por la parte institucional, y del poeta César Seco por los escritores, se ideó en el devenir la ineludible necesidad de abrirle un escenario crítico al poeta Elías David Curiel. Esta posibilidad se concretó en 1997 cuando se creó la Bienal de Literatura “Elías David Curiel”, para dar a conocer una obra de atenuantes insólitos y contenidos contradictorios, pero de un indudable valor para la comprensión poética moderna en nuestro país. Desde su primera edición en 1997, la Bienal Elías David Curiel se convirtió en un encuentro de destacadas voces alrededor de este poeta, lo cual ha permitido valorarlo debidamente y descubrir la dimensión contemporánea y el significado que tiene para una nueva generación de creadores.

En las versiones de 1997 y 1999, la primera dedicada por entero a una nueva valoración del poeta Curiel, y la segunda, dedicada a la relación entre la poesía y lo sagrado, aspecto del que sin dudas participa la obra de Curiel. Escritores venezolanos y extranjeros se dieron cita para volver sobre el claroscuro que comporta la poiesis del bardo de la calle Garcés. Algunos estuvieron por esa calle y entraron a la que fuera su casa, otros optaron por el silencio recóndito que en el cementerio hebreo abre espacio a su lápida, en tanto que los muchos recorrieron Coro espabilados por el cocuy, bebida ancestral del coriano, y por el enigma del espectro de Elías David Curiel, presente aún en los ecos de la ciudad vieja. Al regreso, ya en el sitio que los congregó, los espacios del Instituto de Cultura, el intercambio de visiones y acercamientos fue arrojando un testimonio, presentado luego como Memorias durante la III Bienal en octubre de 2001, realizada en homenaje a la poeta Reyna Rivas y donde, nuevamente, se dieron cita importantes autores de la literatura venezolana contemporánea y se cumplió una amplia programación de conferencias, lecturas y exposiciones.

El poeta Luis Alberto Crespo, reseñó algunos momentos relevantes de la segunda edición del evento, ocurrida en 1999 en medio de una pertinaz lluvia que no impidió la plena participación de la ciudad y su gente, haciendo propicia la evocación de la memoria del poeta, presente de esta manera: “La luz esa, enorme, que es tenaz en la tierra ventosa, estaba sucia cuando entramos a la casa de Elías David Curiel. Afuera, una placa recordaba que allí había sido el lugar de su nacimiento, pero, ¿por qué se silenciaba que también allí había sido el de su muerte, por voluntad propia, elevado por la cuerda de la horca entre la tierra y el cielo? … Fue gris el día, neblinoso, cuando miré la intimidad de aquel suspirante de filtros y caminos del éxtasis. Mientras me adentraba al fondo del jardín de su blanca morada donde se estremecía el viejo mamón que acaso creció a su lado, el gran poeta del Soneto Bárbaro me murmuró en la memoria que “¡la niebla era el hastío!...” (citado de El país ausente, diario El Nacional, 18 de marzo de 2000).

La tercera edición del evento cumplida en el año 200l, dio inicio a una nueva etapa y presentó variaciones significativas, incluyendo lecturas de poesía en espacios abiertos, como plazas y bares de la ciudad. Los mismos acontecimientos que tomaban el pálpito del país para ese entonces, la desestabilización promovida desde factores ajenos a la soberanía, hizo que un grupo reconocido de escritores presentes firmara un manifiesto de respaldo al proceso de cambio en Venezuela. En el mismo sentido de apertura se crearon más actividades con la participación de autores locales, permitiendo así una justa valoración de sus creaciones y estimulando la debida promoción de sus obras.

Para la cuarta edición llevada a cabo en el año 2003, el evento se abrió a la participación en las comunidades y se incluyó en el programa recitales y lecturas en varios pueblos de la geografía falconiana y se realiza por primera vez una lectura de los más jóvenes poetas del país, siendo el primer evento de este tipo en hacerlo. Esta modalidad ya ha sido incorporada por otros eventos literarios. La quinta edición cumplida en el año 2006 elevó el rango del encuentro a nivel internacional. Desde ya se está invitando por diferentes medios a la sexta versión, en septiembre próximo.

A partir de la tercera edición, La Bienal dedica un segmento de la programación a homenajear a un poeta o escritor falconiano de obra relevante. Hasta ahora han sido reconocidos con este homenaje, los poetas: Reyna Rivas, Rafael José Álvarez, Lydda Franco, Farías y Hugo Fernández Oviol, todos ellos con reconocidas obras. El primer invitado internacional que acudió al evento fue el poeta judío Slomo Avayou, quien tradujo al hebreo poemas de Elías David Curiel, que aparecieron publicados en el semanario Mundo Israelita, en el mismo momento que se celebraba el evento.

Importantes poetas y escritores venezolanos y locales han participado en el evento: Juan Calzadilla, Ramón Palomares, Luis Alberto Crespo, Ana Enriqueta Terán, Luis Brito García, Reynaldp Pérez Só, Blás Perozo Naveda, Enrique Mujica, William Osuna, Antonio Trujillo, Ennio Jiménez Emán, Gonzalo Ramírez, Miguel Márquez, entre otros.