A partir del I Simposio de Literatura Falconiana, realizado en 1981, esfuerzo de promoción del escritor y docente, Enrique Arenas, al amparo del Instituto de Cultura del Estado Falcón,
En las versiones de 1997 y 1999, la primera dedicada por entero a una nueva valoración del poeta Curiel, y la segunda, dedicada a la relación entre la poesía y lo sagrado, aspecto del que sin dudas participa la obra de Curiel. Escritores venezolanos y extranjeros se dieron cita para volver sobre el claroscuro que comporta la poiesis del bardo de la calle Garcés. Algunos estuvieron por esa calle y entraron a la que fuera su casa, otros optaron por el silencio recóndito que en el cementerio hebreo abre espacio a su lápida, en tanto que los muchos recorrieron Coro espabilados por el cocuy, bebida ancestral del coriano, y por el enigma del espectro de Elías David Curiel, presente aún en los ecos de la ciudad vieja. Al regreso, ya en el sitio que los congregó, los espacios del Instituto de Cultura, el intercambio de visiones y acercamientos fue arrojando un testimonio, presentado luego como Memorias durante
El poeta Luis Alberto Crespo, reseñó algunos momentos relevantes de la segunda edición del evento, ocurrida en 1999 en medio de una pertinaz lluvia que no impidió la plena participación de la ciudad y su gente, haciendo propicia la evocación de la memoria del poeta, presente de esta manera: “La luz esa, enorme, que es tenaz en la tierra ventosa, estaba sucia cuando entramos a la casa de Elías David Curiel. Afuera, una placa recordaba que allí había sido el lugar de su nacimiento, pero, ¿por qué se silenciaba que también allí había sido el de su muerte, por voluntad propia, elevado por la cuerda de la horca entre la tierra y el cielo? … Fue gris el día, neblinoso, cuando miré la intimidad de aquel suspirante de filtros y caminos del éxtasis. Mientras me adentraba al fondo del jardín de su blanca morada donde se estremecía el viejo mamón que acaso creció a su lado, el gran poeta del Soneto Bárbaro me murmuró en la memoria que “¡la niebla era el hastío!...” (citado de El país ausente, diario El Nacional, 18 de marzo de 2000).
La tercera edición del evento cumplida en el año 200l, dio inicio a una nueva etapa y presentó variaciones significativas, incluyendo lecturas de poesía en espacios abiertos, como plazas y bares de la ciudad. Los mismos acontecimientos que tomaban el pálpito del país para ese entonces, la desestabilización promovida desde factores ajenos a la soberanía, hizo que un grupo reconocido de escritores presentes firmara un manifiesto de respaldo al proceso de cambio en Venezuela. En el mismo sentido de apertura se crearon más actividades con la participación de autores locales, permitiendo así una justa valoración de sus creaciones y estimulando la debida promoción de sus obras.
Para la cuarta edición llevada a cabo en el año 2003, el evento se abrió a la participación en las comunidades y se incluyó en el programa recitales y lecturas en varios pueblos de la geografía falconiana y se realiza por primera vez una lectura de los más jóvenes poetas del país, siendo el primer evento de este tipo en hacerlo. Esta modalidad ya ha sido incorporada por otros eventos literarios. La quinta edición cumplida en el año 2006 elevó el rango del encuentro a nivel internacional. Desde ya se está invitando por diferentes medios a la sexta versión, en septiembre próximo.
A partir de la tercera edición,
Importantes poetas y escritores venezolanos y locales han participado en el evento: